Perto do mar, a gente é mais feliz
Cerca del mar, la gente es más feliz. Así dice un cartel que se encuentra en la posada que fue mi hogar durante casi seis meses. Desde que arranqué viaje, nunca me había quedado tanto tiempo en un lugar. Hasta que llegué a Paraty. No era la primera vez que me adentraba a las tierras brasileñas. Gran parte de mi adolescencia las vacaciones con toda mi familia fueron (un día y medio en auto después) en Florianópolis. Claro, era un momento social, político y económico en Argentina muy bueno pa gran parte de la sociedad. Y mis viejxs podían pagar esas vacaciones con tres crías a cargo. Tengo recuerdos muy hermosos de esos momentos. Hasta fue en Brasil donde tuve la llegada de mi primer sangrado. Recuerdo comer biznaginhas todos los días, pollo con papas fritas, queijos de los señores que pasaban vendiéndolos con sus parrillas, recuerdo las aguas vivas, los gomones, recuerdo las playas con ondas bravas, recuerdo pasar toda el día en el mar. Recuerdos que parecen de otra vida, pero todo qu